26 bodegas participan en la IX edición de Rueda con Rueda, ofreciendo a los cineastas la posibilidad de rodar en sus viñedos e instalaciones
Un año más, Rueda con Rueda da la posibilidad de rodar en algunas de las bodegas y viñedos de la DO. Rueda. En cada una de las nueve ediciones que tiene el festival, varias bodegas de la Denominación de Origen han participado poniendo a disposición de los y las cineastas sus instalaciones. Estos espacios sirven de localización total o parcial de muchas de las creaciones que compiten en Rueda con Rueda. La implicación de estas bodegas permite al festival otorgar un premio especial para todos aquellos cortometrajes que incluyen sus espacios entre sus localizaciones. Todos ellos optan al Premio ‘Origen Rueda’, dotado con 3.000€.
En la guía de localizaciones del Festival puedes encontrar fotografías de cada una de ellas, así como su ubicación. Los participantes que quieran rodar su corto en alguna de estas localizaciones deben contactar primero con la organización del festival a través del email inscripciones@ruedaconrueda.com, enviando el guion del corto, los lugares de rodaje elegidos y las fechas propuestas. Si tienes dudas, escríbenos.
Bodegas de la IX edición
En esta novena edición del festival son 26 las bodegas que ofrecen escenarios para contar historias, cubriendo entre todas, un amplio espectro de posibilidades. Muchas de ellas comparten características o destacan por cuestiones similares. Pero todas, tienen algo especial que las hace diferentes.
Entre suelos de grava, arena y cascajos, laderas suaves y el Duero acompañando se encuentra la Bodega Muelas Tordesillas, cuya historia se remonta a 1886. Con orígenes remotos, también participan esta edición la Bodega Campo Eliseo, cuyas instalaciones se encuentran en una Casa Histórica del siglo XVIII con una bodega subterránea del siglo XVI, o De Alberto, ubicada en una antigua casa de labranza fundada por la Orden religiosa de los Dominicos en el siglo XVII. Además de las Bodegas Ramón Bilbao, que tiene sus orígenes en 1876 en la localidad de Etxebarri.
Y si hablamos de historia, tenemos que mencionar también los viñedos de Javier Sanz Viticultor, con más de 150 años y cuatro generaciones de viticultores a su espalda. Entre sus 104 hectáreas de viñedos se encuentran varios viñedos prefiloxéricos (con más de 150 años). Así como de las galerías subterráneas del siglo XV y XVI que hay en las instalaciones de las Bodegas Mocén, o las instalaciones de Bodegas Grupo Yllera, cuyas bodegas subterráneas de época mudéjar son un auténtico laberinto bajo tierra.
En Rueda y La Seca
Para Altos de Ontañón «Rueda es tierra de meseta, de grandes llanuras, de suaves relieves, de cascajos y arenas. Rueda son inviernos largos y fríos antesala a veranos tórridos. Hablar de Rueda significa hablar de Verdejo. En ninguna tierra como Rueda se adapta mejor ni se consigue tanta expresión aromática en sus vinos».
En Rueda se ubica Pagos del Rey, otra de las bodegas de la IX edición de Rueda con Rueda. Un jardín de olivos dan la bienvenida a los y las visitantes a esta bodega. Al llegar, destaca su fachada de ladrillo al estilo mudéjar flanqueada por dos esculturas: un músico y una musa; tras los cuales se abre camino una cuadrícula de un naranja brillante que no deja indiferente.
A 770 metros del nivel del mar se encuentra Valdecuevas, con viñedos de más de 15 años, y a 750 metros, en un terruño formado por cantos rodados y suelos arcillosos con origen en el periodo terciario, se encuentra Bodegas Félix Sanz. Por su parte, Bodegas Cyatho, ubicada en la zona de La Seca, está conformada por 40 ha. de fincas.
Entre Rueda, La Seca y Alaejos se encuentran los viñedos de Oro de Castilla, cuyas Bodegas pertenecen a los Hnos. del Villar. También en La Seca se encuentran las Bodegas Protos, que tienen su origen en 1927 y nacieron con una única misión: «SER PRIMERO» como actitud de mejora constante con el único objetivo de elaborar el mejor vino
Otras localizaciones
En Serrada se encuentran las Bodegas Val de Vid, donde entienden el vino como lo herencia de sus mayores. Una filosofía que comparten con la bodega segoviana de Avelino Vegas: «Mirar hacia el futuro, trabajando en el presente, pero sin olvidar sus raíces».
En Medina del Campo se encuentra, Bodega Emina Rueda. Emina en latín significa amada y en su día una hemina era la medida límite que tenían los monjes para beber al día. La Bodega Emina recoge esta palabra como pasión al mundo del vino, respetando la cultura y nuestro pasado pero con una visión innovadora.
De la tradición y cuidado de la tierra se preocupan también en Bodegas Pita, una bodega que buscará siempre mantener la identidad del terroir propio en todos sus vinos. Bodegas Rodríguez & Sanzo, en Villafranca de Duero, con más de veinte años de historia, tiene bajo su entorno siete denominaciones de origen.
En Olmedo, tierra tradicional de reyes y caballeros en España y zona vinícola de calidad por excelencia dentro de la Denominación de Origen, está la Bodega Eresma – La Soterraña y Nidia, cuyos viñedos están custodiados por un caserío familiar de más de dos siglos al que llaman La Cabaña.
Arquitectura moderna
Si lo que buscáis en vuestras localizaciones son peculiaridades arquitectónicas, hay varias bodegas de esta IX edición del festival que os pueden llamar la atención.
Bodegas Viore tiene unas instalaciones de 2016 con un estilo arquitectónico moderno. El edificio muestra una peculiaridad, ya que se encuentra semienterrado en una ladera. Por su parte, las instalaciones de Finca Montepedroso, se encuentran en un proyecto arquitectónico contemporáneo, hecho de hormigón y vidrio salvo la parte central, de ladrillo de tejar que quiere recordar a las tradicionales construcciones de la zona.
También de nueva construcción es Viñas Murillo, que se une este año al festival, o Bodegas Pandora, que lleva ya varias ediciones poniendo a disposición de los y las cineastas sus dos mil metros cuadrados de instalaciones.
Con una peculiaridad, aunque no tan contemporánea, se encuentra la bodegas de Diez Siglos de Verdejo. En cuyas instalaciones podéis encontrar un parque de Damajuanas, que es un homenaje al vino que elaboraban nuestros antepasados, una vuelta a nuestros orígenes e historia.